construcción de los liderazgos femeninos en las obras literarias creadas a partir de la Revolución Pingüina
Introducción
El orígen de esta manifestación, no es claro, pero se tiende a decir que fue por una protesta que hizo un liceo en Talca que se inundaba, por lo que le apodaban “el Liceo Acuático” (Mardones, 2018). Ese año, los estudiantes escolares se movilizaron pidiendo mejoras en la calidad de la educación, compilado en un petitorio de 5 propuestas: eliminar la Jornada Escolar Completa, poder rendir la PSU de manera gratuita, que el Pase Escolar tuviera vigencia 24/7, la desmunicipalización del sistema escolar y el cambio de la Ley Orgánica Constitucional de Educación. Esta manifestación marcó a una generación, que luego de décadas alza la voz y se moviliza con un petitorio claro.
El alumnado del Instituto Nacional se tomó el liceo y cón ello vino un efecto bola de nieve, que en una semana habían más de 100 liceos en tomas, llegando a haber más de 400 colegios y establecimientos educacionales en paro o toma a nivel nacional.
Hoy en día esa generación tiene entre 28 y 34 años y muchos recuerdan esos años, haber participado de manera activa o pasiva, pero de todas maneras haber tenido algún grado de invlucramiento.
Sobre esta manifestación, hay dos libros, tipo novela juvenil: “Al sur de la Alameda” y “Señoritas en Toma”. Ambas autoras usan sus propias experiencias para crear estas historias. En el caso de “Al sur de la Alameda, tal como ha expresado la autora, Larra estuvo en tomas el año 2006 y tomó notas sobre lo que vivió allí (Fundación Cuatrogatos, 2015). Por su parte, Valeria Barahona, en entrevista con la autora comenta que fue parte de su experiencia la que narra en el libro que escribió.
En ambos libros hay caracteres femeninos que muestran a estas figuras que las plantean como el premio luego de una gran lucha: la chica premio. Este es un recurso bastante utilizado, pero que ya a estas alturas, debe dejarse a un lado para construir relatos. La chica premio en ambos casos queda como el resultado de un arduo trabajo en defensa por lo que corresponde, el premio de un joven esforzado, de un jóven con convicciones.
El liderazgo femenino no puede ser en sí mismo. No se puede permitir una chica fuerte como lider, no se puede escribir a una jóven que luche con convicciones sin terminar como el trofeo de otro. Se le reduce a premio.
La Revolución Pingüina empoderó a muchos adolescentes a continuar levantando la voz por lo que no estaba bien, pero no con la misma fuerza se empoderó a las adolescentes a hacer igual.
Para el siguiente se compararán los personajes femeninos descritos en ambos libros, cómo se les plantea y se analizará la construcción de estas figuras.
Es necesario que continúe la discusión de los roles de genéro y cómo estos se plantean en la literatura, aunque hayan sido escritos en otros contextos, pero que empecemos a tomar responsabilidad sobre este tipo de actitudes y tengamos un trabajo activo de escritura y lectura, especialmente si estos textos van dirigidos a publicos infantiles y/o adolescentes.
Origen
La teoría de cómo comenzó todo, no es clara. Algunos dicen que todo empezó con las protestas de un liceo en Talca, que pedía mejoras en su infraestructura. Le llamaban el liceo “acuático”, porque se inundaba con cada lluvia. Otra teoría es que un grupo de estudiantes del Instituto Nacional, tuvo durante un año, clases con un profesor que les explicó de qué se trataba la LOCE, la Ley Orgánica Constitucional de Educación que regía en ese entonces. Lo cierto es que en mayo el Instituto Nacional amaneció en toma y que al poco tiempo, otros liceos se le sumaron (La Tercera, 2006). Así comenzó la llamada “Revolución Pingüina”, protestas protagonizadas por escolares de Santiago y regiones.
Esta fue una movilización que movió el piso al Gobierno, cediendo en varios puntos del petitorio y que finalmente abrió las puertas a las movilizaciones que vendrían, como fueron las movilizaciones del año 2008 y posteriormente 2011.
A nivel literario, sobre esa manifestación solo hay dos libros que relatan de alguna manera cómo fue ese proceso, pero siempre desde el punto de vista de dos estudiantes de colegios particulares. Hago la diferenciación, porque el petitorio anteriormente mencionado, no afectaba a colegios particulares especialmente.
Así es como aparecen “Al Sur de la Alameda” y “Señoritas en toma”. El primero, fue escrito por Lola Larra, una mujer venezolana, que a su llegada a Chile, se encontró con estos paros. Pasó varias jornadas viendo cómo eran las tomas y cómo se organizaban los jóvenes dentro de los colegios. Por otra parte, está “Señoritas en toma”, escrito como un híbrido entre una autobiografía y una suma de otras experiencias similares, de adolescentes en colegios de monjas, del barrio alto de la capital.
En ambos, prima la imagen femenina como líderes del movimiento. En ambos el uso de estas figuras, tiende a la caricaturización y a caer en estereotipos que llevan el resto de la narración a otras caricaturizaciones, como el uso político que se le da a los textos, sentar cuestionamientos sociales y de alguna manera, también entregar un manual de supervivencia para paros. Entonces en su afán de crear personajes fuertes, caen en lo opuestos.
Inteligente o Buena: escoge una
“La división de los sexos es, en efecto, un hecho biológico, no un momento de la historia humana. Ha sido en el seno de un mitsein original donde su oposición se ha dibujado y ella no la ha roto. La pareja es una unidad fundamental cuyas dos mitades están remachadas una con otra: no es posible ninguna escisión en la sociedad por los sexos. Eso es lo que caracteriza fundamentalmente a la mujer: ella es lo Otro en el corazón de una totalidad cuyos dos términos son necesarios el uno para el otro” (Beavoir, 2018)
Al considerar a la mujer como “el otro”, su trato, también es deferente, respecto a la construcción de caracteres masculinos. La autora Alda Facio resume esta otredad pensando que se construye “la diferencia de las mujeres con respecto a los hombres” (Facio, 2002). Todas estas idealizaciones se originan desde un imaginario masculino y sobre todo, reforzado desde el imaginario religioso. La creación de deidades, la representación de las mujeres desde las venus de Willendorf y Laussel, las diosas griegas a la misma Virgen María. Todas estas figuras femeninas fueron creadas desde ideales masculinos. Cómo debe ser una mujer fértil o cómo son las deidades, la madre de Dios, deben tener ciertas características, deben representar estándares, deben. Desde la creación de estas figuras, aparecen representaciones en todo tipo de ámbitos, como la literatura, la música, el arte, entre otros.
Así, cuando el personaje femenino tiene una característica generalmente dedicada a los hombres, como ser líder o ser inteligente, se le tiene que dar otra característica que la equilibre. No puede ser bella, simpática e inteligente. Se debe escoger.
En el caso de “Al sur de la Alameda”, las figuras femeninas fuertes, son desagradables. El personaje principal, Paula, es desagradable. Tampoco es en un cien por ciento chilena. Ella creció en Francia, tiene un corte de pelo especial y un acento raro. Ella no parece ser de este planeta. En las primeras páginas del libro se la designa con esta personalidad con una anécdota, cuando de manera grosera le dice al cocinero del colegio que su comida es mala o en general, dando a entender que es una chica solitaria.
Peor aún si son inteligentes. Aunque tiene a ratos un afán de “naturalizar” y humanizar la figura femenina, como ocurre con la escena del baño, en que en una de las escenas más gráficas del libro, se muestra a Paula alistándose en la mañana, peinandose, sentada en el baño, cambiándose de ropa (Larra, 2018), pero más allá de eso la inteligente no da muestra de tener amigos, de que alguien le habla. Pasa el día sola, con sus libros “raros”. Colomer y Olid concuerdan en esta afirmación. “Cualquier muestra de inteligencia que no esté al servicio de potenciar el propio atractivo para encontrar pareja suele castigarse con poca popularidad entre los chicos, lo cual es la pena máxima que se puede sufrir en este universo de corazones” (Colomer & Olid, 2009). Inteligencia no es un valor que se quiera destacar a la hora de describir a estos personajes femeninos. Generalmente las chicas inteligentes no son ni bien vistas ni agradables. Las terminan catalogando como las nerds, las sa. belotodo y quedan rezagadas.
En el caso de “Señoritas en Toma”, el grupo de chiquillas que lidera el movimiento estudiantil, muchas veces parece ser tonta, pero bonitas. Incluso ya muchas tienen el pololo perfecto, que será su marido algún día. El hecho de tomar un liderazgo, a este grupo de adolescentes, les genera un problema. Ellas deben ser lo que se supone que son: mujeres que pronto encontrarán marido y formarán familia. Así los personajes masculinos, como Domínguez o Felipe, tienden a hacer chistes con su inocencia y/o ignorancia respecto ciertos temas. (Barahona, 2016)
“Debes ser bonita, si no nadie te va a querer”
“…la niña mima a su muñeca y la adorna como sueña que la adornen y la mimen a ella; inversamente, se ve a si misma como una maravillosa muñeca. A través de cumplidos y regañinas, a través de imágenes y palabras, descubre el sentido de las palabras “bonita” y “fea”; sabe muy pronto que para agradar, hay que ser bonita como una muñeca” (Beavoir, 2018)
El personaje femenino debe ser caracterizado como bonito o feo. “Al sur de la Alameda” solo se hace esa aclaración con el personaje incógnito que llega después, que llamó mucho su atención por su físico. De las mujeres mencionadas, a todos se les cataloga entre bonito o feo y se hace una descripción detallada de su físico. En “Al sur de la Alameda”, sabemos que Paula es blanquita, de melena, que tiene ojos negros, de contextura delgada, estatura media, proporcionalmente guapa, etc. Del personaje principal no sabemos nada de eso, ni siquiera su color de ojos.
En el caso de “Señoritas en toma”, es un poco más irónico, porque esto viene dado como instrucción de los adultos, recordándoles siempre que solo siendo bonitas podrán tener un futuro seguro: marido.
Guy Echtel, en su libro “Las cuatro mujeres de Dios” analiza la construcción de las mujeres, más específicamente desde la religión. Allí el autor describe “Desde siglos atrás, los poetas ensalzaban esta cualidad (la belleza) que parecía menos propia del sexo masculino. ¿Cómo las mujeres tan hermosas podían ser al mismo tiempo tan viles? Hubo que responde ra la pregunta. Desde Juan Crisóstomo, el razonamiento fue siempre el mismo y se expresó co los mismos argumentos: la belleza no era más que un cebo que ocultaba la basura” (Bechtel, 2001)
Si bien son malas, a estos personajes se les tiende a describir en detalle. “Cuando las chicas aparecen se nos describen visualmente de arriba abajo, de un modo mucho más pormenorizado que en los personajes masculinos y habitualmente se alude a aspectos eróticos como la piel o los pechos” (Colomer & Olid, 2009). Así es como ocurre en ambos casos. En “Al sur de la Alameda” además se le acompaña por dibujos, pero ambos libros tienen descripciones físicas muy detalladas sobre los personajes femeninos y descripciones mucho más vagas a la hora de retratar a los personajes masculinos y generalmente se dan cuando este es gordo, muy alto, o tiene un rasgo muy característico.
Así, tal como son descritas, tampoco es una cuestión aleatoria. Colomer y Dolid también detallan este punto apelando a que la femme fatale de hoy, que adopta roles más independientes, acentuando características independientes y un tanto más eróticas. Son malas, individualistas y asumen activamente los ideales sociales de hoy en día… Una Paula cualquiera, pero finalmente Paula de todas maneras termina siendo el premio de la lucha.
La historia de chico conoce chica la hemos leído desde Adán y Eva hasta Shakespeare a John Green. Parece ser el caballo ganador. En el caso de los libros analizados, el premio de la lucha, de mantenerse firme ante las presiones de Gobierno, de la policía y de los padres por bajar la toma, no es la satisfacción de hacer lo correcto por lo pares ni de haberle ganado a un gigante, es quedarse con la chica al final. Incluso, ambas protagonistas tienen sexo con el chico bueno. “Al sur de la Alameda” cierra con esa imagen final de él quedándose con la chica finalmente y en “Señoritas en toma”, le da un leve giro, al reencontrarse 10 años después, tienen sexo y luego se dan cuenta lo distintos que son y se van, pero el premio fue otorgado.
Uso político
Ambos libros explican cómo se organizaron las tomas y paros en colegios particulares. En el caso de “Al sur de la Alameda”, usa el libro de manera adoctrinante en este sentido, porque deja un manual de tomas para jóvenes. En el caso de “Señoritas en Toma” es un poco más irónico, revelando más cómo es realmente.
En ambos se usa el recurso de llegar a través de personajes que parecen familiares para dejar un mensaje político. En el caso de “Señoritas en toma”, lo que se relata es como dialogan dos clases, cómo se vive el paro desde el Instituto Nacional. Una especie de “La dama y el vagabundo” chileno, adolescente y en marchas.
En “Al sur de la Alameda”, se incluyen clases sobre marchas estudiantiles, descripciones, lecciones y advertencias.
En ambos libros la lucha propiamente tal, no es propia es “para apoyar a los otros”. En este sentido, el rol femenino que se describe vuelve a ser el rol de dependiente, de alguien que sigue a otro y no un personaje independiente con una idea propia. Así Paula y Mariana, personajes principales en ambos libros, incentivan el unirse a las tomas, para “apoyar”. Nuevamente se les quita liderazgo, porque finalmente el de la gran idea es hombre.
Por otra parte, el haber usado este momento de la coyuntura chilena también hace que el mensaje cale más directo. No es una ficción en un 100%. Se basa en hechos reales y por lo mismo es más verosímil. Hay lugares conocidos para los jóvenes de hoy y usan diversas figuras para poder congeniar con el lector. En “Al sur de la Alameda”, se apoya tanto en la narrativa como en la gráfica, usando dibujos y cómic para narrar ciertas partes y usa “azul camisa” para las páginas de texto. “Señoritas en toma” es rico en detalles que llenan el día a día de un colegio de mujeres, como las agendas de personajes, los brillitos y ciertos ritos y tradiciones conocidas por muchas que vivieron esa experiencia.
Conclusión
En ambos casos analizados, se quiere construir una novela que, usando un hecho coyuntural de la historia de Chile, motiva a los jóvenes a unirse a este tipo de causas. Para ello, construye un rol femenino que apoyará este tipo de instancias, que será el premio una vez logrado el objetivo. En este periodo de tiempo, hubo varios liceos de niñas que estuvieron en toma. Algunos tradicionales y otros menos conocidos. Así mismo, todos estos establecimientos contaron con líderes que luego se tomarían las pantallas por su accionar y sus ideas sobre lo que necesitaban los escolares de ese entonces. El construir estas novelas, dejando el rol femenino como de segunda categoría, sigue perpetuando estas discriminaciones y mitos que las mujeres están para “apoyar” o son el premio, especialmente si se toma en consideración a quienes van dirigidos estos libros: jóvenes que dentro de poco tendrán que empezar a tomar sus propias decisiones, como su carrera, universidad, y si tomar un rol de liderazgo o de “apoyo”.
Esnecesario tomar un rol activo frente a este tipo de escritos y romper con estándares tan asentados en la sociedad que muchas veces, si bien parecen innovadores, perpetúan imágenes milenarias de cómo ha de ser el rol femenino. Es por esto que se debe tener un trabajo más profundo en el estudio de la creación de caracteres femeninos, que irán luego a manos de jovenes que, si bien, no tomarán estas historias de ejemplo, sí generan ideales.
La literatura, especialmente la LIJ, tiene características que impulsan visiones adultocentristas y proteccionistas. Se quiere proteger a niños, niñas y adolescentes y mostrar un camino correcto. Este tipo de novelas moralizantes dejan varias lecciones, que pueden manipular la forma en la que vemos después a nuestras líderes.
Hoy en día una de las líderes estudiantiles de la Revolución Pingüina tiene un cargo político relevante y en entrevista con Revista del Sábado del día 5 de junio 2021, se recalca su historia de amor dentro de las movilizaciones. Con 32 años, su rol de premio continúa.
Bibliografía
Fundación Cuatrogatos. (1 de abril de 2015). Entrevista con Lola Larra, autora de «Al sur de la Alameda». Obtenido de MiauBlog: https://cuatrogatos.org/blog/?p=2917
Facio, A. (2002). Engendrando nuestras perspectivas. Otra Mirada.
Bechtel, G. (2001). Las cuatro mujeres de Dios: La puta, la bruja, la santa y la tonta. Barcelona: Ediciones B.
Mardones, C. (23 de julio de 2018). La gotera que hace doce años inició el movimiento estudiantil. Obtenido de La TErcera: https://www.latercera.com/la-tercera-pm/noticia/la-gotera-doce-anos-inicio-movimiento-estudiantil/253601/
Beavoir, S. d. (2018). El Segundo sexo. Santiago: Penguin Random House.
Larra, L. (2018). Al sur de la ALameda. Santiago: Ekaré.
Teresa Colomer, I. O. (2009). Princesitas con tatuaje : las nuevas caras del sexismo en la ficción juvenil. Textos de didáctica de la lengua y la literatura, 55-67.
Barahona, V. (2016). Señoritas en toma. Valparaiso: Emergencia Narrativa.
La Tercera. (24 de mayo de 2006). A catorce aumentan los liceos que protagonizan movilizaciones escolares. Obtenido de La Tercera: https://web.archive.org/web/20080311121703/http://www.tercera.cl/medio/articulo/0,0,3255_5666_212202465,00.html
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