«No se juzga un libro por su portada», bueno yo sí lo hago. El otro día vi uno. Era de tapa dura, forrado en tela, de fondo calipso y flores como camelias (nunca he sabido nada de plantas). De abajo hacia arriba, se leía «hurra» en la portada. Lo amé. Lo compré y como ya lo tenía y era tan bonito, lo leí. El autor es Ben Brooks, un escritor joven que hace novela sobre adolescentes.
Este libro, «Hurra», ocurre en un fin de semana, pero hace varios flashbacks. Un chico terminó con su polola de varios años y lidia con la pena. Lo que lo hace especial es que el chico es tímido, es raro, es incómodo y piensa cosas muy extrañas, tiene ideas muy locas y toma té con Nesquik de frutilla.
Es irregular, irracional, como cualquier adolescente a esa edad. tiene un humor raro, que me sacó carcajadas más de alguna vez.
Juzgando por la portada, el contenido no tiene nada que ver. Esperaba a mujeres de la era victoriana, bordando cojines y recitando a Shakespeare de memoria al conocer al amor de sus vidas. Nada que ver. Pero también tengo una edición de Jane Austen color coral iridiscente, con florituras negras. Bastante punk para lo que contiene… pero amo las portadas bonitas, aunque no tengan nada que ver con el contenido.