La Maga

La odio. LA ODIO. La he leído, la he conocido, fuimos amigas y compañeras alguna vez. LA ODIO. Odio a la Maga.

Así es ella físicamente: flaca, dedos largos, voz suave. Se viste normal, pero siempre tiene prendas que sorprenden. Uno que otro detalle que la hace diferente. Puede que un día tenga una cinta en el pelo o un pin de algo raro. He visto Magas muy guapas, otras no tanto, Magas con el pelo largo y atrapado en moño y Magas con casquillas. Creo que los hombres se olvidan de ese detalle, pero la mayoría de las Magas tienen chasquilla.

Es torpe. Se tropieza, bota las cervezas sobre la mesa y tal como dice el mismísimo Cortázar sobre su Maga, como no sabe usar bien el tenedor, siempre da vuelta las papitas en el pelo de la gente de las mesas de al rededor.

No tiene que ser brillante, ese no es el rol de la Maga. Si Oliveira se enfrasca en una conversación que la Maga no entiende, ni se molesta en explicarle. Sabe. Todos saben en realidad que la Maga no va a entender. Para qué molestarse, si ella es así.

Tiene detalles mágicos, detalles que la hacen más parecida a un cronopio que a una mujer. Se para en la mitad de la calle para mirar el paisaje, aún cuando un auto viene directo hacia ella. Recoge hojas de árboles y las lleva a su casa. Podría perfectamente gastarse toda su plata en comprar un elefante gigante para su hijo.

Quiere ser famosa. Famosa… Admirada por todos.

Esa mujer es débil y odio cuando las describen así.

Ginny Weasley del libro, era una chica decidida, fuerte, de carácter. Era la menor de 7 hermanos hombres. Su personalidad era de temer. Ginny Weasley de la película era débil, sumisa, callada, de dedos largos.

Audrey Hepburn. Se pone su vestido negro, se compra un bagel y se para afuera de la tienda Tiffanys a desayunar. Es alocada, es mágica a ratos, es de colores, tiene chasquilla, pero es débil. Quiere ser la gran mujer de alguien y no tener que tomar grandes decisiones. Una Maga.

Zoey Kazan en «In your eyes». Flaca, chasquilla, débil, deprimida y sumisa. Devorada por la personalidad de su marido, pero él la ama y la cuida. Así es fácil. Descubre algo en alguien más y se va. Otra Maga.

La Toña. Vive con Carlitos hace dos años. Cuando se fueron juntos, la Maga no sabía lavar los platos. Los dejaba sucios en el refrigerador. Cuando hacían juntas con más amigos, era común escucharle con voz aguda y dulce decir «no entiendo». Él la miraba estupidizado, que la Toña era tan independiente, que era tan bakan, tan fuerte. «¿Alo?… OK… (corta) ¿Me acompañas al super? Es que a la Maga se le acabó el bálsamo».

«Vero, me puedes ayudar dándome las respuestas del trabajo que tengo que entregar mañana?». Pues no, porque ya reconozco tu tono de Maga en la voz y eso no funciona conmigo, solo con onvres. No las voy a dejar que me magueen así tan fácil. No.

Busco en mi repisa otros ejemplares que contengan Magas, pero no encuentro. Ya sé que me caen mal. No las aguanto. Las Magas tienden a ser un producto masculino. Pero no cualquiera. Productos masculinos también fueron Alicia en país de las maravillas, que desafió a la reina de corazones; Mulan, que salvó a China o Dorothy que fue a buscar al Mago de Oz, Scarlett O’Hara con su lema «mañana será otro día», que la ayudaba a pararse cuando todo se veía negro. Ellas no son Magas. Ellas son fuertes. Y aunque tienen algo de tonto, de malcriado, de torpe o de lo que sea, son fuertes.

Por que, ¿ah? ¿Por qué les gusta tanto la Maga? Cuando opinaban en clases, solo quería pararme a pegarles y que se callaran. Cuando estaba en carretes, todos querían con ellas. Eran las minas que todos aman: tiernita, chiquitita, de voz suave, algo irreal. Débil.

Reese Whiterspoon dice en un video, que hay una frase que le desespera en las películas. Ambos están en aprietos, ella lo mira y le pregunta «¿Qué hacemos ahora?». ¡JA-MÁS SE VIO TAL! Que ella se de vuelta y le pregunte «Y ahora qué hacemos?» será el sueño, porque ni para el censo son jefes de hogar.

Se tiende a disminuir, a imaginar a las mujeres y ponerlas en ese rol de «vaya allá y juegue». En este mundo de Malalas, de Emmas Watson, de Michelles Obamas, de Bachelets y Merkels, eso no cuenta. La Maga sí. Por que es tiernita, es tontita y porque hace comentarios que te dejan pensando un rato, que sacan de tu molde. No por lo brillante, si no porque este mundo es demasiado para ella. En vez de defender sus posturas con algún argumento fuerte, hace metáforas. LA ODIO.

Sí debo confesar que alguna vez soñé con ser ella. Era mucho más fácil. Ser bajitas les daba un plus. La mirada para arriba las hacía mucho más tiernas. Ser así, piernitas y de chasquilla las hacía dueñas y señoras del mundo. No es que las respeten mucho, es más un sentimiento de pena, de príncipe azul el que aflora, porque alguien tan bambinezco solo necesita ser ayudado y amado. Un golden retriever que te sigue.

La Maga sabe que existe un tal Platón, pero no un Jenofonte. Si lo escucha mencionar, ni se molesta en interrumpir para saber quién es. Si lo hace, tampoco nadie le va a decir. confunde a Rousevelt con Rousseau, no entiende las palabras de Voltaire. Tampoco se molesta en hacerlo. La Maga sabe que jamás alcanzará a Oliveira y se contenta con permanecer al su lado. Tomar la decisión de irse de Montevideo ya fue el gran paso, no necesita más.

Algunos la describen como mucho más mujer, mucho más femenina. Un retrato de una mujer enigmática que Cortazar construye con total precisión. LA ODIO.

Es lo más básico que hay, es lo más flojo, lo más tonto. ¿Cuál es el gusto de andar trayendo un monigote así? ¿Por qué no mejor deleitarse con una mente bien cultivada? Una mujer que no necesita a un hombre, pero que por lo mismo es libre de amarlo sin límites? Por qué no mejor una mujer que lucha por lo que quiere, por ser quien quiere ser, por ser su propio héroe?

¿Totalmente amargada? Es muy probable. Así suena alguien cuando odia desde lo más profundo de su útero.

Igual desde mi lado hay Magas. No… No las hay, hay mister Darcys, hay Colin Firth, hay Hugh Grants, un bobo sonso que nos conquista dando todo con tal de tener nuestro amor. En la vida real tampoco pasa. Ese tal Darcy habría sido friendzoneado, si no fuera por sus ten thousand a year! Construimos ideales que después nos cuesta una vida encontrar.

This beautiful fantastic», ambos son Magas.

The pretty one, What If y Ruby Sparks. Zoey Kazan Magueando por ahí.

Personaje culiao nefasto. Y Tori Amos, tiene chasquilla.

Tengo una amiga, la Mada. Su nombre es real. La Mada se me acerca un día «Todo el mundo llega, me hace cariñito en el pelo y me dicen ‘ay Mada, eres tan tierna'», dice con una sonrisa y la mirada perdida y en eso, se convierte «NO SOY TIERNA, CONCHETUMADRE». Odiaba que le dijeran tierna. Lo ODIABA más que todo en el mundo. La Mada era así, de chasquilla, flaca, bajita, de voz de abejita, pero no tenía nada de Maga. Se le parecía físicamente. Era muy chistosa. Más de alguna vez precencié esa misma escena que ella describió y la vi girar la cabeza molesta, moviendo los labios silenciosamente en un claro «CONCHETUMADRE». Siempre se le desformaba un poco la boca cuando alargaba la A.maxresdefault

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